xXx..: The Cross Battle : Regain Evolution :..xXx

Capítulo 1

Namiya Kioko entró a la ducha exactamente a las siete y veinticinco de la noche. Estaba algo sumida en sus pensamientos, y como no estarlo, pues ese día le ocurrieron muchas cosas.
Primero, recordar que tenía un examen de biología. Luego, no saber nada del examen. Luego, perder el examen. Luego, estar desconcentrada en todas las clases y no prestarle atención a Neku y a Satoshi a la hora del almuerzo. Y todos estos factores se debían a que era veinticuatro de mayo.
¿Y que tenía que ver ese día con ella?
La muerte de su verdadero amor.
Sakagami Yasuhiro.
Con cuidado, cerró la puerta del baño, y se acostó en la tina.
Pensaba en lo que ocurrió hace dos años, cuando ella era una estudiante normal.

**-¿Kioko? ¿Te encuentras bien?-oyó un susurro a sus espaldas
-¡Yasuhiro! Que agradable verte amor-lo besa
-Eh… solo venia a ver que te pasaba, y a pedirte que si salíamos hoy. Es que… no se… últimamente te veo tan pensativa… y quisiera que charláramos un rato.
-Está bien-susurró-con tal de verte…
Y se empinó para darle un beso, el cual Yasuhiro aceptó con todas sus fuerzas.
-Entonces en el café de siempre. Vamos después de clases.
-Está bien. Cuídate amor. **
**-¡Kioko! ¡Espera!-gritó Yasuhiro en el metro
-Yasu…hiro… perdóname, se me olvidó por completo
-No importa. Ahora, tu y yo nos vamos al café, te desestresas un poco y hablamos…
Y antes de que pudiera seguir con la oración, tres cuchillos rozaron la cara del joven
-Oh, no… Kioko, tienes que correr, ¿me entiendes?
-Pe… pero que…
-¡Corre, Kioko! Por favor, ¡Corre!
-Yasuhiro…
Y un cuchillo se enterró en el corazón del joven, haciéndolo sangrar.
-Kio… ko… esca… pa…
-Yasuhiro…
Y ella corrió, dejando al joven herido y escondiéndose en una columna.
Luego oyó unos golpes y un gemido lastimero.
Y al salir encontró a su novio sin vida.
-No… Yasuhiro… ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH! **

Repentinamente se despertó. Su hermano, Neku, había entrado y movido suavemente.
-Kioko, alguien te llama.
-Neku…-cerró los ojos y no lo miró- te he dicho que no entres cuando estoy concentrada en mis pensamientos.
-Lo lamento, dicen que es urgente.
Kioko suspiró. Tomo el teléfono inalámbrico que su hermano le extendía y habló.
-Hola, habla Kioko.
-Kioko, con Nasumi.
-Nasumi, hola. ¿Qué quieres?
-Solo quería saber si para mañana hay algo del trabajo de química.
-No, nada. ¿Algo más?
-Y… llamo también para saber cómo estás, ya sabes, por lo de…
-Hablaremos mañana, buenas noches.
Y colgó el teléfono.

-Ah, ya comprendí. Que también tengas buenas noches, Kioko
En el otro lado de la línea, Akimoto Nasumi.
-¿Qué te dijo tu compañera, Nasumi?-preguntó su madre
-Nada, pero siempre me dejó algo preocupada. Hace dos años ocurrió algo bastante trágico para ella.
-La muerte de su noviecito de quinta…-susurró su hermano mayor Sota-el tal Yasuhiro…
-Tenle respeto al pobre Yasuhiro-comento su madre-está muerto
-¡Y así acabarás tú si no te callas, Sota-san!-gritó Nasumi tan melancólicamente que hizo que Sota dejara de comer.
-Yo… hermanita… no quise…
Y Nasumi salió corriendo a su habitación.
Derramando una lágrima…
Haciendo que Sota se pusiera mal.
-Es el colmo. Sabes que a tu hermana le dolió más que a Kioko. Tu hermana siempre amó a Sakagami-san. Recuerda que eran amigos íntimos de toda la vida.
-Pe… pero… ah… iré a pedirle disculpas, madre.

Nasumi se encerró en su habitación a las siete y cuarenta y cinco de la noche. Tan confundida, tan sola…
Se tiró en la cama, se aferró al oso de peluche que la había regalado Yasuhiro, y se puso a llorar cantando, mientras escuchaba la canción que su vecina había puesto.
-Tarinai iro wa mizuiro, Tojita mabuta ni hirogatte iru, Kumo no kirema kara nozoku, sumikitta sora no mizuiro, Kon'nanimo… futashikade fukanzen'na, watashi toyuu sonzai wa, ‘Anata’ de keisei sa re teta…
Y miró hacia el techo, en el cual tenía un poster de Since 1889, su banda favorita.
-¿Porqué, Yasuhiro…?-Suspiró y prosiguió-Los dos sabíamos el secreto, jamás se lo quisiste confesar a Kioko, ¡Porque la amabas!, mas tú sabías que tarde o temprano esos tontos del proyecto del Angel X te buscarían para matarte…
Y en su mesa de noche, halló la carta que Yasuhiro le había dejado dos años y tres meses antes. Con la frase: “Abrase el veinticuatro de mayo, dos años después de mi muerte…”
-Y hoy es ese día. Oh dios… ¡Dime que hice para merecer esto! Pero necesito coraje para saber que dice esta carta.
Y se levantó de la cama, y cerró la ventana, así su vecina no interrumpiría con la canción que estaba escuchando.
Y puso A World Whitout Danger, una canción que le recordaba bastante a Yasuhiro, pues la cantaba mucho.
Y como, si él vivía muy despreocupado…

CARTA DE SAKAGAMI YASUHIRO A AKIMOTO NASUMI Y A NAKAMURA KIOKO
Veinticuatro de mayo.
Llueve bastante.
Escribo esto para que las dos estén informadas de lo que pasa.
Kioko, no quise contarte nada, para no preocuparte.
Nasumi… tú quedas en la obligación de proteger el secreto de las cuatro cruces y de decirle a Kioko.
El proyecto del Angel X ha querido buscarlas durante mucho tiempo. Ha querido arrancarlas de mis manos, aunque sin éxito.
Últimamente han querido este poder para sus fines malvados.
Por favor, Nasumi, si alguna vez pasa algo, dale la espada de cruz a Kioko, con el fin de que la proteja. Lleva tú la lanza de la cruz. Dale a Neku el látigo de la cruz. Y a Sota, el hacha de cruz.
Aunque sé que falta una cruz… su dueña llegará en el momento indicado.
Lo sé.
Las quiero a las dos. Ojalá mi muerte no las afecte tanto.
Yasuhiro.

-Yasuhiro… ¡Demonios! Kioko no debía saber nada. ¿¡Y ahora que hago!? ¡Dios mío, Ayúdame!
Y se puso a llorar hasta que se durmió. Ni siquiera se dio cuenta de los golpes de Sota en su puerta.

Capitulo 2

Veinticinco de mayo.
Myur LaForeze iba en tren hacia Tokio. Vivía antes en Nagoya, pero necesitaba ambiente de Gran Ciudad, y se vino a vivir a Tokio.
Exiliada de Rumania.
Vampiresa de Valaquia.
Solo un ser maldito más.
-Demonios…-dijo ella, exhalando el humo de su habano Montecristo, traído directamente de La Habana, Cuba-Exiliada… Así se reduce mi vida a ceros…
Y miró a través de la ventana. Un magnifico paisaje se alzaba ante sus ojos, lastimosamente, la luz era bastante para que sus ojos la soportaran.
Y cerró la cortina.
-Ahora, lo que debo pensar es en volver rápido a Valaquia. Solo porque mi vida se quedó allá. Mi familia, mi madre, el cuartel, Annette, Renard…-y ojeó el cuaderno que tenía a la mano-solo porque ustedes han estado conmigo desde tiempos antiguos…-y tomando un lapicero, escribió sobre una hoja vacía un corazón, y en él escribió T+M, Împreună pentru totdeauna-y solo porque tengo que volver por ti, amado mío. Mi Trevor amado.
Y dejando el cuaderno encima de la mesa, se dispuso a descansar en lo que quedaba de trayecto.

Dos horas después.
El tren había parado en la estación de Shibuya. En la escuela Eichizen. Despertó desubicada. Solía ser así siempre, cuando estaba en brazos de Trevor. Pero ahora lo único que la abrazaba, era el saco de franjas que se había puesto encima.
El valet de la mansión que su padre había comprado hace más de veinte siglos la estaba esperando. Un poco preocupado. El tren había parado no hace más de media hora y ella no descendía. Subió a buscarla y la encontró dormida.
-Señorita LaForeze… Treziţi-vă, vă rog.
Myur abrió los ojos, intentó ubicarse pronto. Se tomó la cabeza con las manos y preguntó con voz dulce y a la vez hiriente, en rumano perfecto:
-¿Unde mă? ¿Unde sunt? Doar amintiţi-vă că am primit pe un tren...
El valet no pudo evitar sonreír. Hablo en rumano que Myur entendió a la perfección.
-Miss... este în Japonia. În Tokyo, pentru a fi exact.
-Está bien. Creo que estoy aquí. Dime que yo no…
-Si… Lamentablemente, usted está aquí como exiliada…
Myur sintió opresión en su corazón, creyó por un momento que ella dormía. Que eso era solo un mal sueño.
-Si… también lo creí… Bueno. ¿Dónde estoy?
-En la secundaria Eichizen. Su nueva escuela. A pesar de que trae la ropa que lleva desde su ida de Rumania, le servirá.
Myur se miró, y por primera vez, quiso cambiarse de ropa. El valet lo notó inmediatamente y le mostró un uniforme de camisilla blanca, falda roja con líneas cafés y saco negro.
-Creo que estamos pensando igual. ¿Puedo modificarlo?
-¿Qué desea añadirle o quitarle, su señoría?
-Añadirle, unas correas de terciopelo negro. Por lo menos dos… No, mejor tres. Que una sea más ancha que las otras dos. Un gabán del color de la sangre que posea la marca de mi raza… un guarda-látigos… y fundas de bambú solido para dos Muramasas. Quitarle, por favor, las líneas cafés a la falda. Odio el café. O… por lo menos… pintarlas de negro.
-Como desee, su majestad.
Myur se quedó adentro unos quince minutos más. Y en ese tiempo el valet ya había llegado. Con todo lo que Myur pidió.
La chica solo esbozó una pequeña sonrisa. Y luego la cambió a su triste cara.
-Domo Arigato Gozaimasu… -pronunció- Hace mucho que no recibía este tipo de atención.
-Perdone mi atrevimiento, su majestad… ¿Hace cuanto no recibe este tipo de atención?
-Dime… ¿Cuántos años tienes? Oh, por cierto, no olvides decirme tu nombre.
-Soy Maxim. Maxim DaNasty. Y tengo… Quinientos noventa y uno. ¿Por qué?
- Digamos, Maxim… Que hace más de cuatrocientos años que no tengo este tipo de atención. Fueron… ¿Cuatrocientos diez?-se preguntó al tiempo que se puso un dedo en la boca-¿doce? Pero… Bueno, ¡Digamos que no tengo idea! ¡Ya se me ha olvidado casi todo!
-¿C…? ¿Casi todo? -Preguntó el valet, abriendo los ojos como platos- ¿¡ACASO SU MAJESTAD SUFRE DE AMNESIA TEMPORAL!?
-No. No sufro de amnesia temporal… Es solo que… los sueños auto inducidos que he tenido hacen que olvide lo que he hecho en todo este tiempo. Uno, en 1830, hizo que me olvidara hasta de mi nombre, por suerte, en 1939 mi padre y mi madre me ayudaron a recordar todo. Y otro en 1955, en ese ocurrió lo mismo, con la diferencia de que esa vez desperté teniendo conocimiento de lo que ocurriría en años posteriores.
-Su mente todavía no recuerda lo que ocurrió en años anteriores, ¿cierto?
-Aun no… y por eso me exiliaron. Los nuevos aristócratas que rigen ahora el consejo vampírico creen que, al entrar en modo auto inducido entran a un estado de coma en el que se olvida de todo lo que ha hecho… además de que me tienen envidia.
Maxim sonrió. Y se acordó de las cosas.
-Tome, su majestad. La esperaré afuera.

Veinte minutos después. Maxim se había preocupado. Su hermosa reina era capaz de hacer cualquier cosa en medio de su exilio. Incluso… ¿Suicidarse?
Ahora Maxim estaba más preocupado, tenía que subir… o tenía que subir. Cuando al fin se decidió, ella descendió del tren. Se veía hermosa con el traje y las cosas que le había pedido.
Exhaló un suspiro cargado de odio y de tedio. A lo cual susurró:
-Odio las faldas… en Valachia teníamos pantalones. Pantalones para todos… aunque las medias están cómodas y calentitas…-Rió de una manera infantil, y se puso el dedo en la boca- medias calentitas… no teníamos medias en Valachia…
Maxim suspiró aliviado. Myur preguntó:
-Y… ¿Como me veo?
-Su… Su majestad se ve… eeeehhh… muy… -Maxim se mostraba nervioso- hermosa…-susurró sonrojándose.
-¡Baka! ¡No te sonrojes!-susurró mientras bajaba del tren. El gabán tenía la marca de los forjadores inocentes, mezclado con las líneas marcadas en la espalda de los usadores de glifos. Las Muramasas estaban ubicadas en cada lado de su cuerpo. Los tres cinturones soportaban el peso de las espadas, y el del látigo rojo sangre que se hallaba inmerso. El traje le daba un toque más travieso, le recordaba la última vez que había venido, hacia ya quinientos quince años, en el que el traje de la escuela donde estudiaba hacía ver a Myur de algún modo mala y sexi. Al menos, Maxim lo había visto así. Si no fuera porque Trevor estuvo todo el tiempo con ella, el hubiera aprovechado para pedirle que fuera su novia.
-¿Que quiere que haga, su majestad?-preguntó
-Baja mis cosas y llévalas, junto a dos criados a la Mansion. Obviamente sabes donde queda. Luego ve al santuario de Hakuba. Está ubicado en el centro de la ciudad. Exactamente cerca de la estación ferroviaria de Sengaku. Solo tienes que caminar diagonalmente, allí, emergida en rocas, se encuentra. Cuando llegues, pregunta por Kenichi Hakuba y por Komachi Kaifu. Diles que vienes de parte de Lady Kurusu, y que llegaré esta noche, a eso de las nueve. Que por favor llamen a Yoko Belnades. Que tenemos asuntos que arreglar entre los cuatro.
-Como ordene, su majestad.
Y Myur caminó en dirección a la escuela. Maxim subió al tren, y encontró las cosas en orden, y una rosa encima de ellas, con la nota “Gracias.”

Cinco minutos después. Myur había llegado al patio principal. Se había sentado en la fuente que daba con la enfermería y el pasillo donde se hallaba la oficina del director Kuramochi. Esperando, como siempre lo hacía. Pajarillos de todos los colores adornaban la época de primavera. Varios árboles de cerezas se levantaban mostrando su vigorosidad. Estaba tan entretenida con ese hecho, que se empujo hacia atrás y hacia adelante, meciéndose.
-Señorita LaForeze, veo que ha llegado en buen momento-le susurró un anciano de barba blanca.
Myur lo confundió con el viejo mito de Santa Claus. Y por poco se cae a la fuente.
-¿Santa Claus? ¡Tú no vienes sino hasta navidad!
-Yo no soy Santa Claus. Soy el director de esta escuela. Soy Eiji Kuramochi. Pero, te digo que hace mucho que no me confunden con él.
Y su risa de montañero experimentado retumbó por el patio. Myur se sonrojó de la pena.
-Pero bueno, señorita. Debemos ir a la dirección, que queda casi al otro lado de la escuela. Allí terminará de llenar los datos que faltan… y podrá entrar a clase normalmente. Bueno, si su eminencia, si me permite decirle así- Myur asintió -realmente desea entrar a clase.
-Bueno, no esperemos más… vamos a la dirección.
-Cabe destacar que aquí hay una amiga suya. Muy pronto se encontrará con ella, su eminencia.
Myur asintió, y junto al señor Kuramochi caminaron hasta la dirección, pasando por el patio de deportes, en donde el grupo de Kioko tenía clase de gimnasia.

Capitulo 3

Kioko y Nasumi habían acabado de realizar atletismo, estaban sonrojadas como tomates. Neku y Sota las estaban esperando debajo del árbol en donde se refugiaban del incandescente sol cada vez que terminaban de hacer sus deberes deportivos.
-Oye, Kioko, vamos a donde están Neku-san y Sota-san-susurró Nasumi al oído de la chica.
-Si… alto. ¿Acabas de colocarle a Neku… -san?
-Sí. Ya es mayor. Hora de colocarle –san.
-E… ¿estás demente?-Susurró- ¡Neku apenas tiene dieciséis!
-Y ya parece de diecinueve… Ah-suspiró Nasumi- en cambio Sota tiene diecisiete, y parece de diez.
-No hay que juzgar a un libro por su caratula…-Kioko observó con esa mirada fría (que tanto hacia que se alejaran de ella) a Nasumi, pero ya ella había aprendido a valorar y a querer la mirada de su compañera, que, aunque fría, le recordaba lo indefensa que estaba.- Aunque hoy haremos una excepción con Sota.
Nasumi sonrió. Kioko tomó de la mano a su amiga y fueron hacia el árbol.
-Chicos, solo cinco minutos de descanso- gritó la profesora Nakamura- luego seguiremos con la gimnasia.

Myur y el director caminaban a través del pasillo, iban hablando amenamente sobre la vida de Myur en Nagoya, sus gustos musicales y de videojuegos.
-Mis gustos musicales, Eiji-sempai, son Michiru Yamane, Kinuyo Yamashita, Yasuhiro Ichihashi, Sota Fujimori, Yasushi Asada, Mitsuhiro Kaneda y la mejor de las mejores: Manabu Namiki.
-Concuerdo contigo en lo de Michiru, Kinuyo y Manabu. Yo voy por Masahiko Kimura, Masashi Hamauzu, Motoi Sakuraba, Soshiro Hokkai y mi hermano, Takeshi Kuramochi.
-U… ¿Usted es el hermano de Takeshi-san?-preguntó sorprendida- ¿Del que compuso los temas de…?
-Capriccio Of The Scarlet Moon, Eine Pfingstrose y Cloister of Hell para el Pachislot: Akumajo Dracula II.
-Oishisou!! Respeto bastante a su hermano. Quiero ser algún día como él. Toca realmente bien.-Dijo decididamente, mirando al cielo en busca de sus sueños- Es más. Quiero ser como Michiru-sama y Kinuyo-san. Han sido mi fuente de inspiración para crear mis temas de Castlevania.
-T… ¿Tu compones temas de Castlevania?-Pregunto Eiji-sempai
-¿Jamás ha oído de Life of Secret Valachian Rose ni de Musashi no Imawada?
-Ahora que lo recuerdo, si. Me gustaron bastante.

Llegaron a la cancha y Eiji-sempai grito con sus fuerzas:
-¡NAKAMURA! ¡REPORTATE DE INMEDIATO!
-Arisa Nakamura… Mi amiga de batallas y de aventuras… ¿Cómo llego ella aquí, director?
-Arisa tenía potencial como maestra de deportes. Así que la contrate como parte de mi nomina de maestros. Actualmente le dicta al grado al que perteneces.
-Arisa era muy buena en las batallas, y como excelente ninja de Jigramunt, era una espía supremamente silenciosa. Ojala no haya perdido aun eso.

Arisa llego algo cansada pero con la disposición para hablar con Eiji-sempai

-Dígame, director Kuramochi, ¿en que lo puedo ayudar hoy?
-En que lo puedo ayudar “Hoy”, eso suena a Cabaret barato de Cordova-susurró por lo bajo-Arisa, nunca cambias, ¿cierto?
-¿T…tu…tu….tu… eeeee… eres…. Eres… My… My… Myu… Myur?-preguntó asustada-Mi… ¿Mi Myur? ¿Myuran Soleiyu LaForeze Kuruzu Belmont Tepes?
-¡SI, SI SOY YO!-dijo poniéndole un dedo en la boca-cállate, que las paredes tienen oídos, además, no sabemos si ese tonto ángel sigue vivo. Y te pido que no gastes mi nombre.
-¡Myuuuuuuur!-Arisa la abrazó, y no la soltó pronto, luego la separó y le dio una cachetada-¿Qué estás haciendo aquí, pedazo de estúpida? ¡Te prometí en la tumba que cuando pudiera te traía conmigo!
-¡AU! Arisa, ¡E…eso Duele!
-No me dirás que no te acuerdas de lo que te dije, ¿O sí?
-Ie, Ie! Pero ya era mi tiempo de mi despertar, lo mismo se lo comentaba a Eiji-sempai.
-Sigues siendo la misma reina que conocí: fuerte, temperamental, estúpida.
-H…! Hey! Watashi wa orokada! Arisa!
Kioko y Nasumi no podían dejar de mirar a la profesora Nakamura.
-¿Quién será aquella chica?-preguntó Kioko abriendo un chocolate
-Me contaron que es una transferencia desde Rumania, Una jovencita bastante temperamental, por lo que veo, pero que es de muy buen corazón.
-Se… parece un tanto… a mi… en la manera de ser. Me agrada como se viste. ¿Sera una Visual Kei? ¡Diablos! ¡Ya quiero conocerla!
-Vamos, vamos, Kioko, déjala que llegue al salón, luego veremos que ocurre con ella.

~Dos horas luego~

Myur había acabado de registrar su papeleo. Ahora era una estudiante más de la escuela Eichizen. Eiji-sempai la abrazó y le condujo hasta el salón.

-Bien, aquí es. Ojala se sienta a gusto aquí, su eminencia.
-Domo, director Kuramochi, se lo agradezco-y tomó su falda e hizo una reverencia de la edad media.
-De nada, su majestad, ahora entre que la estoy retrasando más de la cuenta…
-Ayyy, eso no importa –Dijo Myur con falsa modestia. Tomó aire y entró al aula

Atrás de ella entró Kuramochi con su característica barba.
Kioko preguntó a Nasumi

-Dare, dare! Ano ko?
-Tenkōsē? O… no se…
-¡Bueno, qué más da!
Nasumi se puso de pie y dijo
-Kiritsu! Rē! -todos los alumnos se pusieron de pie y saludaron
-Ohayō gozaimasu.
-Chakuseki!
-Bien, chicos, ella es Myur, es la nueva transferencia de Rumania, para los que ya sabían el rumor. Se quedara este año con nosotros, espero que la cuiden.

Myur escribe con excelente caligrafía su nombre: ミュール・ラフォレーゼ

-Hajimemashite. Myur desu. Ruumania kara kimashita. Nihon no koto o takusan… benkyō… shitai node -Caviló antes de decir cualquier otra cosa. Y luego sonrió con esa encantadora sonrisa que derretía corazones- Yoroshiku onegai shimasu! Sper sa ma intelegi de fiecare dată când vorbesc în limba română.

Nadie le pudo entender, mas Kuramochi, riendo como un chiquillo dijo
-Lo que ella quiso decir fue que esperaba que todos le entendieran cuando hablase en rumano, pero veo que nadie pudo.
-LaForeze, toma tu puesto allí, en el banco de atrás, cerca a Akimoto Sota.

Myur hizo reverencia y se sentó en el puesto que le correspondía.
-Hola, soy Akimoto Sota, pero llámame Sota-kun –Sonrió su compañero
-Ho...hola. Soy LaForeze Myur, pero llámame Myur.
-¿Oye… quieres comer con nosotros a la hora del almuerzo? –se ruborizó- ¡Digo! Si no te es molestia.
-N… ¡NO! ¡Para Nada! Al contrario, me es un honor almorzar con tan buen mozo como tú, Sota
-Entonces, a la hora del almuerzo, en el árbol de Sakura que hay en el patio
-Okey
Y así, los dos amigos concretaron su primer almuerzo en el árbol de sakura.

Capitulo 4
Acabadas las clases, era hora de almorzar.
Todos salieron y Myur salió riendo con Sota

-Jajaja, enserio. ¿De veras paso eso?
-Si-respondió- Paso así tal y como te lo conté
-Entonces Sota eres muy torpe, Jajaja
-¡Hora, hora!… Oye, vamos a calentar nuestro almuerzo.
-Sota… Hace cinco horas comí, y no traje almuerzo desde Nagoya.
-Entonces vamos a comprar.

Fueron a la cafetería y allí estaban sus amigos

-Bueno, Myur, ellos son mis amigos.
-Mucho gusto, soy Nasumi, Akimoto Nasumi –abriendo su almuerzo
-Hola… MMMM!!! –su estomago rugió- Ese Bento huele… ¡delicioso!
-Gracias –se ruborizó
-Yo soy Neku. –abriendo los palillos
-Un placer.
-Yo soy Kioko, Namiya Kioko. Dime algo, ¿eres Visual Kei?, ¿Oshare o Angura?, ¿Qué tipo de música te gusta? ¡AAAH! ¡Cuentamelo todo!
-Pues… veras… Soy Visual Kei, no soy Oshare ni Angura, soy Iryou Kei con algo de Progressive Metal. Me gusta Vocaloid, The Gazette, Deathgaze, y demás… Soy muy fanatica de White Bound, hago composiciones de ellos en guitarra eléctrica y además, las canto…

Nasumi no pudo evitar –de manera sorpresiva- botar el café de su boca cuando nombro la parte de White Bound.
-Mi hermano y yo… ¡amamos esa banda!
-Te traeré un Bento.
-Esta bien, Sota –Sota se marcho a por el Bento
-Cuando desempaque las cosas en donde voy a vivir, y me instale apropiadamente, la traeré y les cantaré, lo prometo. –mirando a Nasumi
-Hey, Myur… Perdoname si fui muy impulsiva. –Dijo Kioko algo apenada
-No, no pasa nada. No es muy común encontrar a alguien como yo en las cercanías…
-Por cierto… -dijo Neku abriendo su almuerzo- ¿Vienes de Rumania, no?
-Asi es –dijo con una sonrisa forzada
-Que paso para que… ¿tuvieras que venir aquí?
-Lastimosamente… -caviló antes de hablar, buscando la excusa perfecta- a mis padres los mataron cuando era muy pequeña, y tuve que tomar mis estudios con varios tutores. Cuando me entere de que tenia familiares aquí en Japon, vine a verlos a Nagoya. Pero mis tios murieron en un terremoto. Asi que obligada a quedarme aquí hasta que fuera mas madura, tuve que viajar hasta aquí y vivir como una estudiante normal.
-¿Puedo saber como los mataron? –pregunto impertinentemente Neku

Myur bajo la mirada, tratando de no recordar ese terrible momento. Si, era cierto, en parte. Habian matado a sus padres aun cuando era pequeña, A Isaac y a Shanoa. Como olvidar la masacre que hubo en Cordova con los Apostoles Muertos. Tambien era cierto que Arcueid, una de sus tutoras, la había protegido siempre… Que sus hermanos estaban muertos, y ella era la única de la estirpe de Dracula… Y ahora que se encontraba en semejante embrollo… ¿Cómo salía de esta?

-Veran… mis padres eran reyes de Rumania, cuando hubo una guerra con los otomanos, los mataron. –Derramó dos lagrimas de sus bellos ojos escarlata mientras recordaba esas escenas- a mi padre lo habían descuartizado en veinte piezas… y mi madre tenia indicios de violación… la apuñalaron… esos salvajes apuñalaron y descuartizaron lo único que era importante para mi… y yo me quede sin nadie… Administrando sola el reino… recibiendo entrenamiento de mis tutores… No tenia a nadie… vivía en soledad…

Neku se fijo en su rostro y con una expresión de ternura – cosa que no le era muy conocida- la abrazó, aferrándola a su pecho mientras sentía como lloraba
Todos los miraron fijamente, Y cuando Sota llegó, soltó el Bento fuertemente en la mesa.

-¿Eh? –Myur mira lo que le ha traido Sota- ¡El Bento! Gacias Sota-chan
-Jajaja, de nada, querida Myur.
-¡ITADAKIMASU! –rompe los palillos y comienza a comer un Bento de salmón- Mmmm… Oishii… ¡OISHII!

Todos sonrieron mientras la veian. Kioko se entretuvo mirando un crucifijo que colgaba del cuello de Myur.

-Oye Myur… Ese crucifijo… ¿que clase de crucifijo es?
-Akumajo Dorakyura. –respondió mirándolo. Era de plata, y tenia una roca roja y negra en el centro. Las alas tenían una especie de corriente roja, que parecía sangre. Fue su primer regalo de cumpleaños. Cuando cumplió 152 lo recibió como un obsequio de parte de su padre- Es un crucifijo conocido en Rumania por su capacidad para guardar poderes ocultos. Lo recibi en mi anterior cumpleaños.
-Yaaa… ¡Quiero tener uno!
-Que impertinente eres, Kioko. –susurro Nasumi mientras tomaba mas café
-Toma… -Myur saco uno de su bolsillo y se lo da a Kioko- Póntelo, a ver qué tal te luce.

Kioko lo tomo, vio que no era igual y que todo estaba blanco, mas sin embargo se lo puso. Un calor leve recorrió su espalda y el crucifijo tomo color: un color violeta claro en las alas, y la roca cambio a un color violeta oscuro, completamente.

-Eres Arflux, la roca morada… -susurro para sus adentros.
-¿Eh? –todos la miraron- ¿que es quien?
-¿Eh? –los miro- ¡Nada, nada!
-Ya dijiste que era Arflux –sonrio Kioko- Ahora dime que es eso… Porque la verdad no se nada…
-Es el nombre de una roca morada. Y se acabo la discusión.

Sono el timbre de clases. El almuerzo era el único espacio que era corto.

-Bien, nos vamos a clases –dijo Myur con una mirada suspensiva
-¡NOOOO! –Protesto Kioko- No vayamos a clases…
-Hora de irnos reinita… -Sota comenzó a jalarla fuera de la cafetería
-Vamonos ya, Kioko… -dijo Nasumi, desechando el icopor de sus alimentos

Sota y Myur quedaron solos en aquel lugar

-Oye… ¿quieres ir a dar un paseo por el instituto? –Dijo Neku poniéndose unos audífonos grandes. Myur se sonrojo.
-H… Hai… Etto… Neku… -baja la mirada sonrojada- vamos.

Neku y Myur entonces salieron de allí y comenzaron a darle una vueltecilla. Iban hablando de todo un poco y riendo. Myur se sentía feliz.

~Luego de clases~
Todos salieron, menos Neku y Myur. Ellos aun estaban adentro, sentados en el árbol de sakura.

-Oye, Myur… Me pareces una persona fantástica, ¿y sabes? Te quiero conocer mucho mas. Quieres… ¿salir a comer algo conmigo?
-E… etto… yo… este… bueno, si. Pero no me puedo tardar mucho. Tengo que llegar a la mansión a comunicarme con mi tutora.
-No te demorare. ¿Te gustan las hamburguesas y los takoyakis?